El segundo grupo de verduras lo constituyen las agrupadas bajo el nombre de frutas, vainas y semillas. Las más comunes en nuestra alimentación son:
La alcachofa: Su temporada es de marzo a noviembre, tiene las hojas apretadas y duras. Hay que eliminar parte de ellas antes de cocerlas. En gastronomía se utilizan cocidas, erogadas, rellenas y en puré. Las más jóvenes son más tiernas y se pueden utilizar cortadas en finas láminas salteadas o a la plancha.
La berenjena: Las mejores tienen forma de pera y su época mejor en el mercado es mayo-junio, aunque la temporada se alarga hasta otoño. Sus mejores preparaciones culinarias son: asadas, rellenas, fritas y en crema. Es muy útil para la menestra y es una guarnición perfecta.
El calabacín: Su época es el verano pero se puede comprar todo el año. Sus mejores preparaciones son el pisto y la crema. También es muy útil como guarnición.
La calabaza: Es una verdura típicamente de invierno se emplea principalmente para caldos, cremas y purés. Para obtener mejor sabor se debe condimentar con nuez moscada y pimienta.
Los tirabeques: Son una variedad de los guisantes, que se cultiva exclusivamente para consumirlos con vaina. Se suelen condimentar como las recetas habituales de guisantes.
Los espárragos: Su temporada va de abril a junio. Hay dos tipos: los espárragos blancos y la variedad de espárragos verdes, según se hayan cultivado bajo tierra o al aire. Los espárragos silvestres llamados trigueros, son verdes, finos y con un sabor ligeramente amargo, si son de buena calidad se pueden servir cocidos y tibios. En general los espárragos se usan también para menestra, revueltos o aliñados.
Los guisantes: Es la verdura con más alto contenido en hidratos de carbono si únicamente se come el grano. Su temporada es de mayo a julio. Deben elegirse muy frescos, ya que los viejos resultan muy harinosos. Cuando son de buena calidad no precisan más compañía que una cucharada de aceite para su condimentación
Las habas: Junto con los guisantes son también verduras con un alto contenido en hidratos de carbono. Su mejor momento es a principios de año y durante el mes de junio. Las más tiernas se pueden consumir con vaina con lo que el contenido de hidratos es menor. Sus preparaciones habituales son erogadas, en menestra, en tortilla y con butifarra.
Las judías verdes: Su época natural va de mayo a octubre, aunque es frecuente encontrarlas en el mercado durante todo el año. Sus mejores preparaciones son hervidas, rehogadas, en menestra, gratinadas y aliñadas.
El pepino: Es una verdura típica de verano, auque es frecuente que su temporada se alargue desde marzo a octubre. Se suele utilizar relleno, en ensaladas y cremas frías, y sobretodo es imprescindible para el gazpacho andaluz.
El pimiento: Hay múltiples variedades, pero los verdes son los que todavía no han madurado, los rojos antes de la maduración fueron verdes. La variedad amarilla, también llamada gallos, es más común en el levante. No tiene época definida pues existen en el mercado durante todo el año. Al haber tanto tipo hay uno específico para cada preparación: para hacerlos fritos deben ser alargados y finos, y para asar o rellenar deben ser más carnosos.
El tomate: Su mejor momento es el verano porque para obtener una maduración óptima necesita el sol. Los verdes, salvo la variedad especial Mejicana, no se deben consumir, pues resultan indigestos. Admiten multitud de preparaciones y su salsa es la reina de la cocina diaria.
La alcachofa: Su temporada es de marzo a noviembre, tiene las hojas apretadas y duras. Hay que eliminar parte de ellas antes de cocerlas. En gastronomía se utilizan cocidas, erogadas, rellenas y en puré. Las más jóvenes son más tiernas y se pueden utilizar cortadas en finas láminas salteadas o a la plancha.
La berenjena: Las mejores tienen forma de pera y su época mejor en el mercado es mayo-junio, aunque la temporada se alarga hasta otoño. Sus mejores preparaciones culinarias son: asadas, rellenas, fritas y en crema. Es muy útil para la menestra y es una guarnición perfecta.
El calabacín: Su época es el verano pero se puede comprar todo el año. Sus mejores preparaciones son el pisto y la crema. También es muy útil como guarnición.
La calabaza: Es una verdura típicamente de invierno se emplea principalmente para caldos, cremas y purés. Para obtener mejor sabor se debe condimentar con nuez moscada y pimienta.
Los tirabeques: Son una variedad de los guisantes, que se cultiva exclusivamente para consumirlos con vaina. Se suelen condimentar como las recetas habituales de guisantes.
Los espárragos: Su temporada va de abril a junio. Hay dos tipos: los espárragos blancos y la variedad de espárragos verdes, según se hayan cultivado bajo tierra o al aire. Los espárragos silvestres llamados trigueros, son verdes, finos y con un sabor ligeramente amargo, si son de buena calidad se pueden servir cocidos y tibios. En general los espárragos se usan también para menestra, revueltos o aliñados.
Los guisantes: Es la verdura con más alto contenido en hidratos de carbono si únicamente se come el grano. Su temporada es de mayo a julio. Deben elegirse muy frescos, ya que los viejos resultan muy harinosos. Cuando son de buena calidad no precisan más compañía que una cucharada de aceite para su condimentación
Las habas: Junto con los guisantes son también verduras con un alto contenido en hidratos de carbono. Su mejor momento es a principios de año y durante el mes de junio. Las más tiernas se pueden consumir con vaina con lo que el contenido de hidratos es menor. Sus preparaciones habituales son erogadas, en menestra, en tortilla y con butifarra.
Las judías verdes: Su época natural va de mayo a octubre, aunque es frecuente encontrarlas en el mercado durante todo el año. Sus mejores preparaciones son hervidas, rehogadas, en menestra, gratinadas y aliñadas.
El pepino: Es una verdura típica de verano, auque es frecuente que su temporada se alargue desde marzo a octubre. Se suele utilizar relleno, en ensaladas y cremas frías, y sobretodo es imprescindible para el gazpacho andaluz.
El pimiento: Hay múltiples variedades, pero los verdes son los que todavía no han madurado, los rojos antes de la maduración fueron verdes. La variedad amarilla, también llamada gallos, es más común en el levante. No tiene época definida pues existen en el mercado durante todo el año. Al haber tanto tipo hay uno específico para cada preparación: para hacerlos fritos deben ser alargados y finos, y para asar o rellenar deben ser más carnosos.
El tomate: Su mejor momento es el verano porque para obtener una maduración óptima necesita el sol. Los verdes, salvo la variedad especial Mejicana, no se deben consumir, pues resultan indigestos. Admiten multitud de preparaciones y su salsa es la reina de la cocina diaria.